Hilos tensores y cuál es su empleo en medicina estética
Los hilos tensores son unos hilos especiales, muy delgados, que se utilizan en intervenciones y tratamientos de medicina estética con el fin de tensar la piel y devolverle firmeza a los tejidos que han perdido su elasticidad natural.
Con este tratamiento se recolocan los tejidos y se reestructura el contorno facial mediante una técnica que eleva las zonas relajadas aportándole un aspecto más joven, saludable y firme. Este procedimiento busca mantener la naturalidad y los rasgos característicos del paciente, devolviéndole a los tejidos su posición original. Sus excelentes resultados radican en su naturalidad y que se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, sencillo, con efectos visibles de inmediato y duraderos.
Tratamiento
Los hilos tensores se caracterizan por un tratamiento rápido, seguro y eficaz. Su duración media no suele superar los 30 minutos, dependerá sobre todo de cuantos hilos sean necesarios colocar en cada caso.
El tratamiento será realizado por personal especialista, y tras haber aplicado la anestesia, se comenzará a introducir en la zona unas agujas de tamaño específico para este tratamiento, que servirán de guía para los hilos de polidioxanona.
Una vez retiradas las agujas, los hilos permanecerán en la zona tratada, provocando un efecto tensor, y reactivando la producción natural de colágeno.
Es posible que al principio los hilos en concreto los hilos espiculados si se presiona con la yema se pueda percibir el trayecto del hilo, aunque con el tiempo, los hilos se reabsorben de la piel.
Tras la colocación de los hilos no es habitual que aparezcan hematomas. En cualquier caso hay que tener presente que con cualquier tratamiento estético con infiltraciones de materiales o productos, implican un riesgo de aparición de hematomas.
El tratamiento sigue todas las recomendaciones para que el resultado sea el esperado por el paciente.
Los resultados se ven en el momento por el efecto tracción que es inmediato. El efecto final del hilo se ve a los dos meses, momento en que ya se ha formado colágeno y es cuando se estabiliza el tratamiento y se mantiene por al menos un período de 1 año.
El momento indicado para hacerse un tratamiento con hilos es a partir de los 40 años, aunque cuando está igualmente indicado en pacientes que presentan una piel muy retraída, sobre la que cualquier otro tratamiento no tendría resultados.
Un procedimiento perfecto para combatir los primeros síntomas del envejecimiento.
- Elevar las mejillas.
- Reafirmar la zona del cuello.
- Elevar las cejas.
- Mejorar la simetría facial.
- Disimular y atenuar las arrugas del contorno de los ojos.
- Dar una mayor sensación de contorno facial.
Tipos de hilos tensores
Existen diferentes tipos de hilos tensores:
- Hilos lisos.
- Hilos espiculados.
- Hilos de conos.
Los materiales de los que están compuestos son:
- Polidioxanona (PDO).
- Ácido poliláctico.
Según el tipo de hilos la técnica es diferente:
- En el caso de los hilos lisos de polidioxanona el tratamiento consiste en la implantación debajo de la piel de múltiples hilos muy finos. De esta forma se crea una red vectorial que actúa como soporte de los tejidos. Se favorece la síntesis de colágeno y elastina. Tienen un efecto reafirmante que dura aproximadamente un año.
- En cuanto a los hilos espiculados, se colocan en el tejido subcutáneo, generalmente en la zona de las mejillas y el reborde mandibular. Al tener espículas y ser más gruesos tienen un mayor efecto tensor y reafirmante, por lo que están indicados en casos de una mayor flacidez.
- Los hilos con conos, de ácido poliláctico se insertan en planos más profundos según una serie de vectores ascendentes y tienen un efecto de regeneración de los tejidos de sostén y de tracción importante. Como resultado, se consigue un «efecto lifting». Se aplican en la cola de la ceja, las mejillas, el reborde mandibular y el cuello.
El efecto tensor comienza a apreciarse de forma inmediata y se acentúa con el tiempo. Mejoran la flacidez de la piel, las arrugas se atenúan y se reafirma el óvalo facial a medida que los hilos se van integrando y reabsorbiendo.
El resultado óptimo se alcanza entre uno y tres meses después. El efecto se mantiene estable durante más de un año. Además, se estimula el rejuvenecimiento de la piel. Se favorece la producción natural de colágeno y elastina, aportándole vitalidad y una mayor luminosidad.
El paciente puede reincorporarse a su vida cotidiana de forma inmediata, incluso sin maquillarse. Puede salir algún hematoma o un ligero enrojecimiento. No es necesario el ingreso en el hospital ya que el tratamiento se realiza en la propia consulta.